El
inspector jefe de Documentación despejó algunas dudas: «Es un documento
mucho más seguro, ya que es muy difícil de falsificar y, además, su
lectura es mucho más rápida». En cuestión de segundos, cuando se
traspasa una frontera, el lector del DNI verifica todos los datos y si
coinciden la foto y la firma con el nombre y con el resto de datos
personales. Lo mismo sucede con cualquier transacción electrónica que se
quiera realizar con la Administración pública.
Pero el DNIe «es
mucho más», agregó, ya que este dispositivo está diseñado con la
tecnología para albergar en su memoria los datos del carné de conducir y
de la tarjeta sanitaria o para firmar electrónicamente una autorización
para el colegio de los niños. Incluso, permitirá consultar la vida
laboral o las multas de tráfico. Para operar con ello tan solo hace
falta el PIN que se entrega con el documento.
Uno de los grandes
avances de este DNI es la identificación en transacciones telemáticas,
permitiendo firmar todo tipo de documentos electrónicos tan solo con
acercar el documento a una tableta o smart phone. Es decir, bajándose la
aplicación adecuada -de tecnología NFC (Transmisión de Datos por
Contacto)-, no hará falta un lector de tarjetas inteligente, sino que se
leerán los datos tan solo por contacto.
Además, al tener una
estructura de datos equivalente al pasaporte, la intención es que pueda
funcionar como Documento de Viaje y que permita su uso en Pasos Rápidos
de Frontera (ABC systems), de forma totalmente equivalente al pasaporte
electrónico actual.