2015 terminó con 1.126 muertos en las carreteras, seis menos que el año anterior. El 81% de esos accidentes mortales se produjeron en carreteras secundarias y 141 de los fallecidos no llevaban puesto el cinturón.
A pesar de estar ante la cifra más baja de fallecidos desde 1960, la DGT pretende atajar el problema de raíz en 2016 y apunta al origen del problema. Así, incrementará el control de las carreteras secundarias instalando por primera vez en ellas radares de tramo. Arrancará con seis a prueba en la N-120 (León), N-125 (Zaragoza), N-550 (A Coruña), N-525 (Ourense) y RM-332 y RM-603 (Murcia), y de su éxito dependerá su expansión por todo el país.
Por otro lado, comenzará a instalar un total de 70 dispositivos especiales en vías secundarias capaces de comprobar si los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón y miran su teléfono móvil mientras conducen.
Según la revista de la DGT, la obtención de estas pruebas para una posible denuncia será posible gracias a unas nuevas cámaras, muy parecidas a los cinemómetros, capaces de tomar hasta 50 imágenes por segundo.
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